Insuficiencia
respiratoria aguda
La insuficiencia respiratoria
(distrés respiratorio), es uno de los síndromes más frecuentes en neonatología.
Aunque en la mayoría de las ocasiones está producida por patología del propio
aparato respiratorio, otras veces es secundaria a patología cardiaca, nerviosa,
metabólica, muscular, etc. En la última década, los avances terapéuticos
(surfactante, nuevas modalidades de ventiloterapia, tratamiento fetal), han
producido un descenso importante en la mortalidad, si bien no en la morbilidad,
ya que ésta depende, por una parte, del desarrollo pulmonar, que en el recién
nacido (sobre todo en el prematuro) es anatómica y funcionalmente incompleto y
por otra, de los importantes cambios que deben producirse en el momento del
nacimiento para pasar de la respiración placentaria al intercambio gaseoso
pulmonar, que se ven influenciados por muchos factores como nacimiento
prematuro, asfixia perinatal, cesárea y fármacos sedantes administrados a la
madre, entre otros.
Los signos de
insuficiencia respiratoria en el recién nacido (RN) van a estar en parte
relacionados con la causa desencadenante, e incluyen:
Cambios en la frecuencia y el ritmo respiratorio: En general se observa polipnea
(>60 rep/min), en todos los cuadros con compliance pulmonar disminuida, con
objeto de poder vencer la resistencia elástica. Por el contrario, en las
patologías que cursan con obstrucción de la vía aérea y aumento de la
resistencia, la respiración es lenta y profunda. La polipnea seguida de apnea
respiratoria, es un signo de mal pronóstico, anuncio de una parada respiratoria
inminente, bien por fatiga muscular o por hipoxia.
Cianosis: acompañando a la insuficiencia respiratoria es signo de
hipoventilación alveolar severa y/o alteraciones en la ventilación-perfusión,
que conducen a cortocircuitos de derecha-izquierda intrapulmonares.
Para valorar de una forma objetiva, rápida y por la simple inspección clínica, la intensidad de la insuficiencia respiratoria, se utiliza universalmente el test de Silverman, que puntúa de 0 a 2 los siguientes signos: aleteo nasal, quejido espiratorio, retracción intercostal, retracción subcostal y disociación tóraco-abdominal. La severidad del distrés es directamente proporcional a la puntuación obtenida en el test.
Para valorar de una forma objetiva, rápida y por la simple inspección clínica, la intensidad de la insuficiencia respiratoria, se utiliza universalmente el test de Silverman, que puntúa de 0 a 2 los siguientes signos: aleteo nasal, quejido espiratorio, retracción intercostal, retracción subcostal y disociación tóraco-abdominal. La severidad del distrés es directamente proporcional a la puntuación obtenida en el test.
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