Continuando con las causas de SDR aguda en RN seguimos con :
3. INFECCION PULMONAR PRECOZ
Es un cuadro de
insuficiencia respiratoria grave, que afecta a RN a término y a prematuros, que
se presenta en las primeras 48 horas de vida y que se asocia con un cuadro
séptico generalizado, con afectación metabólica y hemodinámica y que conduce
con frecuencia a shock y fallo multiorgánico.
Los agentes
etiológicos mas frecuentemente implicados son el Estreptococo del grupo B (Streptococcus
agalactiae) y Escherichia coli y, con menor frecuencia, otras
enterobacterias, Listerias, Haemophilus, etc. Estos microorganismos colonizan
la vagina materna y, bien vía ascendente (en casos de bolsa rota precozmente),
bien durante el parto, colonizan e infectan secundariamente al RN.
El cuadro clínico
es indistinguible de una sepsis precoz, destacando, por la severidad y
precocidad, la aparición de hipotensión, pausas de apnea e insuficiencia
respiratoria severa con hipoxemia. Aparece acidosis metabólica llamativa y en
pocas horas puede evolucionar hacia un shock séptico.
Las alteraciones radiológicas pueden simular una enfermedad de membrana hialina, o un síndrome de mala adaptación pulmonar, pero en general la afectación tiende a ser más asimétrica que en la EMH, las condensaciones alveolares de mayor tamaño y con frecuencia puede haber derrame pleural.
Puesto que la clínica en las primeras horas de vida es indistinguible de una EMH, la sospecha diagnóstica se basará en la existencia de antedentes de infección (bolsa rota precozmente, fiebre materna, infección urinaria, signos de amnionitis, etc.) y los hallazgos de laboratorio: leucocitosis con cociente neutrófilos inmaduros/neutrofilos totales >0.1 ó leucopenia con neutropenia, son datos muy sugestivos de infección precoz. La determinación de otros reactantes de fase aguda (VSG, PCR), tienen utilidad para el seguimiento y control de la eficacia del tratamiento. En la actualidad se dispone de pruebas inmunomicrobiológicas, que permiten detectar precozmente antígenos de microorganismos como Streptecoco B, E. coli y Haemophilus en líquidos orgánicos (orina, sangre y LCR). La confirmación etiológica viene dada por la positividad de los cultivos de sangre y orina, obtenidos antes de iniciar el tratamiento antibiótico.
Las alteraciones radiológicas pueden simular una enfermedad de membrana hialina, o un síndrome de mala adaptación pulmonar, pero en general la afectación tiende a ser más asimétrica que en la EMH, las condensaciones alveolares de mayor tamaño y con frecuencia puede haber derrame pleural.
Puesto que la clínica en las primeras horas de vida es indistinguible de una EMH, la sospecha diagnóstica se basará en la existencia de antedentes de infección (bolsa rota precozmente, fiebre materna, infección urinaria, signos de amnionitis, etc.) y los hallazgos de laboratorio: leucocitosis con cociente neutrófilos inmaduros/neutrofilos totales >0.1 ó leucopenia con neutropenia, son datos muy sugestivos de infección precoz. La determinación de otros reactantes de fase aguda (VSG, PCR), tienen utilidad para el seguimiento y control de la eficacia del tratamiento. En la actualidad se dispone de pruebas inmunomicrobiológicas, que permiten detectar precozmente antígenos de microorganismos como Streptecoco B, E. coli y Haemophilus en líquidos orgánicos (orina, sangre y LCR). La confirmación etiológica viene dada por la positividad de los cultivos de sangre y orina, obtenidos antes de iniciar el tratamiento antibiótico.
La
administración precoz de antibióticos es de vital importancia dentro del
esquema terapéutico de estos pacientes, dada la progresión fulminante del
cuadro infeccioso. La asociación más recomendada es ampicilina +
aminoglucosido; como alternativa o en los casos más graves, se utilizan cefalosporinas
de tercera generacion. La duración del tratamiento oscila entre 10-15 dias,
dependiendo de la evolución y la etiología.
La corrección
de las alteraciones hemodinámicas, metabólicas y de la insuficiencia
respiratoria, debe hacerse simultáneamente con la administración de
antibióticos, dada la rapidez con que estos pacientes pueden entrar en
situación de shock y fallo multiorgánico.
4.
SINDROME DE ASPIRACION DE MECONIO
El síndrome de
aspiración de meconio (SAM) se produce como consecuencia de la entrada de
liquido amniótico teñido de meconio a la vía aérea distal y alvéolos
pulmonares, cuando el feto o RN realiza sus primeros movimientos respiratorios.
En el 5-15% de
los RN se observa liquido amniótico teñido de meconio, la mayor parte de las
veces como signo de hipoxia perinatal. Sin embargo, la incidencia y gravedad
del SAM ha disminuido en los últimos años, debido a dos medidas: mejor control
de los embarazos y partos de riesgo y actuación profiláctica, limpiando y
aspirando de modo sistemático el contenido de la vía aérea superior y tráquea
en todos los niños que tienen liquido amniótico teñido de meconio, antes de que
se inicien los primeros movimientos respiratorios tras el nacimiento. La
mortalidad del SAM no complicado es mínima. La asociación de factores tales
como la asfixia perinatal grave y la coexistencia con hipertensión pulmonar,
empeoran el pronostico y marcan la severidad del cuadro de SAM.
El meconio es
desplazado a las pequeñas vías aéreas distales con los primeros movimientos
respiratorios. Esta obstrucción de la vía aérea condiciona un aumento de la
resistencia y una distribución irregular de la ventilación alveolar; también
las partículas de meconio pueden actuar mediante un mecanismo valvular,
produciendo aéreas de hiperinsuflación con el consiguiente riesgo de rotura
alveolar, neumotórax y neumomediastino, complicaciones frecuentemente asociadas
al SAM. En los casos más graves de SAM se produce también una disminución de la
compliance pulmonar, bien por inactivación del surfactante, bien por la
reacción inflamatoria, consecuencia ambas de la presencia de meconio en el
alvéolo. Por último, en los RN con SAM existe una mayor incidencia de
infección, ya que la proliferación de gérmenes se ve favorecida por la
presencia de meconio en el alvéolo.
La severidad
del cuadro clínico es muy variable. El grupo más numeroso de RN tan solo
presenta polipnea y un tórax hiperinsuflado, sin alteraciones gasométricas
significativas, mejorando el cuadro en 24-48 horas. Otro grupo, de gravedad
moderada, presenta ya hipercapnia e hipoxemia leves; puede haber
neumomediastino o neumotórax. Los síntomas de distrés aumentan durante las
primeras 24 horas y algunos de estos pacientes requieren ventilación mecánica.
El cuadro remite en el espacio de 3-4 días, pudiendo persistir tan solo
polipnea.
Los casos más
graves presentan hipercapnia e hipoxemia desde las primeras horas de vida,
requiriendo ventilación mecánica y altas concentraciones de oxigeno. La
asociación con hipotensión arterial, fallo miocárdico e hipertensión pulmonar,
facilita la persistencia del ductus y el no cierre del foramen oval, creándose
de esta manera cortocircuitos de derecha a izquierda, que agravan la hipoxemia.
La radiografía
del tórax, muestra condensaciones alveolares irregulares bilaterales, que
alternan con áreas de hiperinsuflación. La presencia de neumomediastino o
neumotórax es frecuente. El volumen pulmonar suele ser normal o aumentado.
Los
antecedentes de meconio en liquido amniótico, la impregnación de la piel, la
aspiración de meconio de vías superiores y la visualización de meconio en
tráquea durante la reanimación, son la clave para el diagnostico del RN con
distrés inmediato al nacimiento. Puede plantearse la asociación de SAM con
infección precoz, ya que ésta facilita la aparición de asfixia perinatal y por
lo tanto de meconio en liquido amniótico. Estos RN están gravemente enfermos y
en ellos las alteraciones hemodinámicas son precoces y severas.
El mejor
tratamiento empieza con una buena profilaxis: nada mas salir la cabeza del RN
con meconio en liquido amniótico, el obstetra debe limpiar la cavidad bucal y
orofaringe; trasladado a la cuna de reanimación, el neonatólogo debe limpiar
vías superiores y tráquea, visualizándola con laringoscopio y aspirando, bien
directamente con sonda de calibre adecuado, bien a través del tubo
endotraqueal, antes de instaurar las restantes medidas de reanimación.
Una vez en la Unidad Neonatal, se instaurarán las medidas generales en todo RN con distrés respiratorio, el tratamiento de la insuficiencia respiratoria con oxigeno o ventilación mecánica y se asociarán antibióticos (ampicilina mas aminoglucósidos) para prevenir la infección, que se ve facilitada por la presencia de meconio.
Una vez en la Unidad Neonatal, se instaurarán las medidas generales en todo RN con distrés respiratorio, el tratamiento de la insuficiencia respiratoria con oxigeno o ventilación mecánica y se asociarán antibióticos (ampicilina mas aminoglucósidos) para prevenir la infección, que se ve facilitada por la presencia de meconio.
Los RN con SAM
grave en los que se asocia asfixia perinatal, hipertensión pulmonar persistente
e infección pulmonar precoz, requieren medidas especificas para su control. La
ventilación mecánica es difícil y compleja por la gran inestabilidad, con
frecuentes episodios de hipoxemia e hipercapnia, que empeoran su crítica
situación hemodinámica. La inactivación del surfactante por el propio meconio
y/o por la coexistencia de edema pulmonar, hace suponer que algunos de estos RN
se beneficiarían de la administración de surfactante. En este sentido, están en
marcha estudios colaborativos para demostrar la efectividad de esta nueva arma
terapéutica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario